Fotografía yocarr
  
 Había una vez un mendigo muy devoto de la meditación. Su mente estaba tan purificada con esta práctica que podía materializar voluntariamente todos sus pensamientos. Un día, algo fatigado por la continua meditación, pero con la mente todavía concentrada en un punto (ekagra), imaginó que nacía en una familia no brahmánica y que era un hombre ignorante. Al instante se transformó en aquello que pensaba, una especie de salvaje tribal y rudimentario, llamado Jivata. Este ser imaginado merodeó durante algún tiempo por la ciudad, imaginando a su vez muchos otros objetos en torno suyo.Un día soñó que el bueno de Jivata estaba borracho y dormido sobre el suelo. En ese estado soñó que era un brahmana con gran conocimiento de las Escrituras y comenzó a vivir una vida correcta a tenor de esa segunda personalidad. Una noche el brahmana soñó igualmente que era un poderoso monarca. Este rey solía soñar a su vez que era un gran emperador de gloria incomparable. Un día después de disfrutar de los placeres regios, el monarca soñó con una ninfa celestial que compartía sus deseos amorosos. Por su parte aquella ninfa soñó que era una cierva. Seguramente los animales también sueñan, porque recordar lo visto y oído anteriormente es la naturaleza de la mente. Por esa razón, la cierva soñó ser una planta y la inteligencia interna de la planta vio en su corazón una abeja. Inmediatamente se transformo en aquella abeja y comenzó a chupar el néctar de las flores de la citada planta. Entonces quedó pegada al polen de una de las flores, con evidente peligro de muerte. Por la noche, un elefante se aproximó a aquella planta y la arrancó, con abeja incluida, para llevarla a su boca. En aquel momento, la abeja, que había visto al elefante hacer esa operación, se transformó en el hambriento elefante. El elefante fue a la postre capturado por un rey quien en cierta ocasión vio una colmena que le hizo recordar su pasado y transformarse de nuevo en abeja. Ésta comenzó de nuevo a chupar el néctar de las flores silvestres y al hacerlo se transformó en una de aquellas plantas. Antes de ser destruida por otro elefante, la planta había visto unos cisnes en un lago cercano y se transformó en cisne que vagaba por el campo en compañía de sus congéneres.
Mientras tanto, al primitivo mendigo que había iniciado todo este sueño y estaba meditando en el cisne, le sorprendió la muerte y su conciencia se encarnó de hecho en el cisne. Dicho cisne contempló cierto día al Señor Rudra (Dios) y en su corazón brotó la convicción de ser el propio Rudra, el redentor. Al momento abandonó su cuerpo de cisne y se convirtió en el Señor. Pero como Rudra estaba dotado del conocimiento superior, en aquel momento recordó todo lo que le había ocurrido anteriormente y pensó: ¡ Que misteriosa es esta Maya que confunde los tres mundos (Vigilia ,sueño y sueño profundo).En un principio, en la conciencia infinita que era yo mismo nace la mente como conciencia objetiva, aunque sigue siendo cósmica y omnisciente. Después accidentalmente me convierto en jiva (alma individual) que se siente atraído por las más sutiles facetas de esteUniverso y en consecuencia transcurro todo un ciclo como un mendigo tranquilo y sin ambiciones, que es capaz de superar toda distracción y permanecer sumido en contemplación profunda. Pero cada acción es más poderosa que la anterior y se superpone a ella. De este modo el mendigo se consideró a si mismo Jivata y se transforma en aquel paria. Mas tarde pensó que era un brahmana, probablemente porque esta forma pensada era más intensa que la anterior. Después en virtud de su prolongada contemplación, se transformó en un rey, porque el agua que beben las plantas termina por dar el fruto correspondiente. Las ninfas forman parte de los placeres regios y contemplando a las ninfas, el rey se transformó en ninfa. Por un error ilusorio la ninfa se convirtió en cierva. La cierva se transformó en una planta obsesionada con su próxima destrucción por los animales del bosque. Las abejas liban sus flores y al ver a las abejas, se transformó en abeja y luego en elefante. Pero yo soy Rudra y eso he sido en los últimos cien ciclos de la creación, vagando por este mundo que no es más que una ilusión mental .No dejo de dar vueltas en esta rueda de la mente encadenada a un cuerpo. Después de muchas reencarnaciones, por la gracia de Rudra he vuelto a captar a Rudra y me he convertido en lo que realmente soy, el propio Rudra. Cuando un jiva coincide casualmente con una persona iluminada, expulsa sus vasanas (deseos o inclinaciones de la mente).Esto les sucede a todas las personas que desean intensamente el contacto con los iluminados. Ese constante anhelo llega a materializarse y se convierte en un hecho físico patente. Esta percepción irreal se consolida a causa de la identificación de ese cuerpo con el ser. Cuando uno investiga sobre su propia naturaleza, no encuentra nada permanente..¡ Basta pues de esta investigación que conduce a la nada¡..Este mundo es una mera ilusión como el color azul del cielo, pura ignorancia...¡basta de esfuerzos para purificar esa ignorancia¡..Si este mundo objetivo, completamente irreal quiere seguir apareciendo, dejémoslo, no puede causarnos ningún daño. Volveré hacia atrás la cadena de las transformaciones imaginarias y volveré a mi unidad primordial. La conciencia diferenciada es esclavitud, la ausencia de esta diferenciación objetiva es liberación. Elige una de las dos y mantente firme en ella. No hay diferencia entre ambas, porque las dos son conciencia y la conciencia es la misma en estado de esclavitud que en el de liberación..¿Quien puede lamentarse por perder lo que solo existe en un estado de ignorancia?
El hecho es que todos ellos alcanzaron el nivel de conciencia de Rudra, comprendiendo que eran parte del mismo Rudra y fueron dichosos. Rudra vio como se producía el juego de Maya e inspiró a todos ellos para que representaran sus diferentes papeles haciéndoles luego volver a El después de unas existencias aparentemente individuales, asegurándoles que al final del presente ciclo alcanzarían el estado Supremo....End?...
Extraído de Yoga Vasishta

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