"El placer no es el causante de actos placenteros, sin embargo éstos no pueden darse sin el placer.
El placer completa el acto placentero como un extra sin el cual dicho acto no podría ser perfecto.
El placer perfecto es lujuria y la atracción que sentimos por los actos placenteros no es más que un inmenso amor del acto en sí. Conclusión: la repetición del placer hace del acto un bien consumado.
" (Kant)


Antaño tuve la sesnsación de que el placer debía encontrarlo antes en mi que propiciado por una excitación externa. Por experiencia las excitaciones externas acababan por defraudarme, sin embargo lo que viene de uno, la inclinación desde dentro de uno mismo, hace que el placer no canse o aburra, encuentra siempre un lugar donde depositarse y renovarse.(Yocarr).

Una de las cosas que más me llama la atención de esta  fábula tan famosa de El burro y la zanahoria es que juntos forman una unidad. El burro persigue la zanahoria llevándola consigo, lo que me lleva  a pensar que esta acción es precisamente lo que le impide alcanzarla. Tanto la persecución del objeto como su consumación no son más que el acto placentero en si. La experiencia se toma comúnmente como una relación entre sujeto y objeto, esto es el límite que la mente concibe. Sin embargo, considero que la experiencia es más bien el experienciar y ¿Qué se entiende como experienciar? Experienciar es el resultado a través del cual tanto el experienciador como el objeto experienciado se funden en unidad, dando lugar al acto en sí.. (Melquisedec)

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