¿A qué playa te encaminarías, corazón mío?
Nadie te precede; no hay camino:
¿Dónde está el movimiento, dónde el reposo?
No hay agua, ni barca, ni barquero;
No hay ni siquiera una cuerda para remolcar la barca,
ni barquero para jalarla.
No hay tierra, ni cielo, ni tiempo;
nada hay en ese lugar; ni playa ni vado.
No hay ahí ni cuerpo, ni mente,
¿dónde está el oasis que apague la sed del alma?
Nada puede encontrarse en esa vacuidad.
Sé fuerte y entra en tu propio cuerpo,
pues ahí es firme tu asidero.
¡Considéralo bien, corazón mío, no vagues hacia otra parte!

Dice Kabir:
“Aparta de ti toda imaginación
y firmemente yérguete sobre lo que eres.”

Gracias Fernando!!!


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